Fiebre de la selva
Entre palmeras, buganvillas, cactus y mangos, el hotel ofrece un colorido oasis con aspecto de bosque tropical.
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Dulzura de vivir
El arte de vivir en San Bartolomé
En St-Barth, la dulzura de las Antillas se combina con el presente. Cada momento del día es una invitación a dejarse llevar, a aprovechar al máximo el arte de vivir que tan bien caracteriza a la isla... Relajada pero no ociosa, sofisticada pero no ostentosa, la vida aquí destila el encanto de los trópicos, entre sol y exuberante vegetación, arena blanca y agua turquesa. El verdadero lujo es tomarse su tiempo...
Mezcla de estilos
La historia de la isla y de las Antillas en general se refleja en la arquitectura del hotel, que se inspira en el colonialismo británico, mezclado con influencias étnicas de los indios del Caribe. Sin olvidar, por supuesto, el inimitable arte de vivir francés, que encuentra espacio para expresarse en el Gyp Sea Hotel. Esta mezcla de estilos es, en definitiva, un reflejo de Saint Barth: cosmopolita, relajado y refinado. Y el hotel Gyp Sea es su joya.
Qué hacer en St Barths
En el Hotel Gyp Sea, los días van y vienen. Tras un copioso desayuno en la terraza de su suite, con vistas al océano, podrá elegir entre numerosas propuestas de salidas y actividades. ¿Le apetece hacer deporte? No le faltarán lugares para practicar submarinismo y paddle, como en Grand Cul de Sac o en la playa de Colombier. ¿Desea disfrutar del sol y de sus amigos? Diríjase a Saint Jean o a Shell Beach, para compartir una cigala a la plancha o un cóctel bien frío en el Gyp Sea Beach Club.
Una oda a los viajes
Experiencia en el Hotel Gyp Sea
En un ambiente bohemio y chic, las habitaciones y suites son como cabría esperar: colores suaves, a veces ácidos, inspirados en la paleta cromática del majestuoso entorno. En la decoración, encontramos todo el saber hacer y el gusto de Jocelyne Sibuet, que, como de costumbre, ha sabido encontrar piezas que realzan el ambiente. Lámparas de concha, camas con dosel, cabeceros con telas brillantes, pedestales de piña, escritorios de ratán marrón y muebles de bambú hechos a medida por pequeños artesanos, o incluso trofeos y joyeros de concha, cómodas de nácar de estilo sirio y otros pequeños tesoros chic y tropicales encontrados por el mundo... Cada objeto inspira una historia, y cada habitación es una oda al viaje, físico o interior... Este espíritu étnico y tropical se inspira en el estilo Gypset, contracción de "gypsy" y "jet-set": bohemio chic.
Y como el grandioso entorno de Saint-Barth es una parte importante de la magia del hotel, las suites disponen de amplias terrazas con vistas al océano y a la Baie des Flamands. Algunas de ellas son íntimas y cuentan con su propia piscina y jardines privados... ¡Un privilegio del que nunca nos cansamos !
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