"Aquí, los huéspedes pueden darse un refrescante chapuzón en su piscina privada o relajarse en una de las tumbonas frente al océano, el lugar ideal desde el que contemplar el paso de los aviones por la cercana playa de Saint-Jean. En la terraza privada pueden servirse deliciosas comidas, o uno de los chefs del complejo puede venir a preparar una comida especial en la cocina de la villa. Deguste tentadores platos tradicionales, como buñuelos de bacalao con mayonesa picante, ceviche de atún con ají amarillo y cigalas enormes servidas con mousseline de boniato y salsa de mango y habanero, con coco helado de postre. Un mayordomo especializado ayuda a coordinar la carta de vinos con el sumiller, gestiona las entregas del desayuno y cualquier otra petición.

Los huéspedes también pueden cenar en el Beach Club adyacente o probar una gran variedad de deportes acuáticos, desde snorkel en alta mar, donde las tortugas retozan entre los yates, hasta una trepidante tirolina entre las olas con un seabob o una navegación al atardecer alrededor de la isla. Saint Jean ofrece multitud de boutiques a un paso, o los visitantes pueden concertar un servicio de coche hasta la cercana Gustavia, donde se pueden encontrar artículos de lujo de Louis Vuitton, Hermès, Cartier, Vilebrequin, etc., a precios que no gravan los impuestos.

Las Beach Houses son la última incorporación al Gyp Sea, que se inauguró en la antigua Villa Marie, enclavada en las montañas de Colombier y con vistas a la bahía de Flamands. Desde los alojamientos independientes, cada uno con una decoración tropical única, los visitantes pueden disfrutar de vistas panorámicas del exuberante paisaje, cenar en el restaurante Menu Découverte, darse un capricho en el spa Pure Altitude o nadar en la piscina tropical por la que a menudo pasan tortugas en busca de un trozo de sandía. El lujo descalzo en su máxima expresión".

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